29 de octubre de 2018

Asertividad y empatía: aliadas del talento

asertividad y empatia

Al escuchar los términos asertividad y empatía, es frecuente pensar que se trata de conceptos con poco en común. Mientras que vemos la empatía como la cualidad de orientarse a los demás y poner el foco en otras personas, la asertividad nos parece casi lo contrario, una forma de centrar la atención en uno mismo y en las propias necesidades y deseos.

 

Pero en la realidad no son, ni mucho menos, ideas opuestas, es más, están frecuentemente asociadas en los grandes líderes y los buenos compañeros, personas con una sensibilidad especial y la habilidad para leer en sí mismos y en los demás.

 

Y es que, debajo de la superficie, asertividad y empatía comparten rasgos similares. Ambos intentan fomentar el entendimiento humano, permiten el reconocimiento de los pensamientos y sentimientos de otra persona e impulsan el respeto y la consideración en las relaciones.

 

¿No es eso lo que buscas para tu empresa? ¿Cuentas en tu equipo con profesionales que destacan por su asertividad y empatía?

 

 

Asertividad y empatía: concepto

La asertividad es la cualidad de estar seguro de uno mismo, es tener confianza y ser directo en la reivindicación de los propios derechos o en la presentación de los propios puntos de vista, sin agresividad y desde el respeto. En otras palabras, consiste en expresarse de manera efectiva, siendo respetuoso con los límites y emociones personales de los demás.

Asertividad y empatía coinciden precisamente en eso, en la necesidad de comprender lo que otros piensan y sienten.

Esta habilidad forma parte de la definición de empatía, ya que así se denomina a la acción de comprender, ser consciente, ser sensible y experimentar indirectamente los sentimientos, pensamientos y experiencias de otro, ya sea del pasado o del presente, sin necesidad de que éstos sean obvios o se comuniquen de forma explícita.

La asertividad sin empatía conduce al conflicto con los seguidores y a unas relaciones dañadas, mientras que la empatía sin asertividad es débil y socava la posición de un líder.

Asertividad y empatía: beneficios para la empresa

Asertividad y empatía son muy beneficiosas para la organización y, por ello, deben tratar de desarrollarse en todos sus integrantes.

Desde la selección de personal a los procesos de capacitación, asertividad y empatía deben plantearse como objetivos, si se quiere garantizar un lugar de trabajo donde reine la armonía y no haya lugar para el conflicto.

Si para el líder es fundamental contar con ambas para poder guiar más efectivamente, transmitir mensajes logrando entusiasmar, conseguir el compromiso y resolver incluso las situaciones más complejas, asertividad y empatía también son necesarias en otras posiciones y áreas del negocio.

Un ejemplo serían las ventas, donde se necesita comprender la situación del cliente y comunicarse con él de forma cercana, tratando los asuntos que son importantes para esa persona.

Por qué es necesario tener en cuenta estas cualidades en la búsqueda de talento

Esta doble capacidad, asertividad y empatía, la habilidad de reconducir y adaptar cualquier comunicación en torno a las necesidades e intereses de los oyentes para después alentarles a actuar, son dos de las competencias clave de influencia, liderazgo y ventas.

Aunque ambas pueden trabajarse y desarrollarse, es importante que las organizaciones, hay desde la fase de reclutamiento, centren su búsqueda en candidatos que sobresalgan por una combinación de las dos.

¿Cuentas con el talento adecuado en tu empresa?

 

Edenred España

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