Según el estudio Gamification Market by Solution, de Markets and Markets, las previsiones de crecimiento de la gamificación en la empresa y demás ámbitos de aplicación apuntan a que este sector pasará de los 1,65 millones de dólares de volumen de negocio registrados a nivel global en 2015 a 11,10 millones en 2020. ¿A qué se debe este extraordinario incremento de la ludificación?
La explicación reside en la capacidad de esta técnica para potenciar el interés y la motivación de los participantes y, por tanto, garantizar en mayor medida el correcto proceso de aprendizaje. De hecho, según el trabajo de Michael Lobardo y Robert W. Eichinger, las personas adultas adquieren conocimientos bajo la regla del 70-20-10, es decir, el 10% de su desarrollo se produce mediante iniciativas formativas tradicionales; el 20% es obtenido a través de la interacción social (feedback, observación, asesoramiento, coaching…); y, finalmente, el 70% del aprendizaje se genera por la propia experiencia.
Es aquí donde entra en juego –nunca mejor dicho- la gamificación en la empresa, como método para la mejora competencial a través de juegos y simulaciones de situaciones.
Según Gabe Zichermann y Christopher Cunningham, autores de Gamification by Design, la gamificación consiste en “un proceso relacionado con el pensamiento del jugador y las técnicas de juego para atraer a los usuarios y resolver problemas”.
En el mismo sentido, Karl. M. Kapp, en The Gamification of Learning and Instruction: Game-based Methods and Strategies for Training and Education define esta técnica de aprendizaje como “la utilización de mecanismos, la estética y el uso del pensamiento para atraer a las personas, incitar a la acción, promover el aprendizaje y resolver problemas”.
En definitiva, se trata de “aplicar estrategias (pensamientos y mecánicas) de juegos en contextos no jugables, ajenos a los juegos, con el fin de que las personas adopten ciertos comportamientos», según explica José Luis Ramírez en Gamificación. Mecánicas de juegos en tu vida personal y profesional.
Su uso en los negocios, por tanto, está en plena expansión en el contexto corporativo como una de las principales tendencias de gestión empresarial, gracias a la capacidad que tiene esta metodología para implicar a trabajadores, directivos o clientes de forma divertida en la mejora de la compañía. De ahí que no solo sea empleada en las acciones de capacitación del capital humano, sino que también es habitual verla en las áreas de ventas, reclutamiento, relación con el cliente o comunicación y branding.
El poder de la gamificación en la empresa se basa en la actitud que despierta en los usuarios. Como explican Jesús Díaz y Yolanda Troyano en El potencial de la gamificación aplicado al ámbito educativo, en la ludificación “se usan los elementos de juegos, como incentivos, ganancias, puntos…, para obtener de esta forma una conducta deseada por parte del jugador”.
De este modo, mediante esta metodología, se aprovecha el innato espíritu lúdico y competitivo para potenciar la participación e implicación en las diferentes dinámicas de juego, dando lugar a los siguientes beneficios:
Las formas de aplicar la técnica de gamificación en la empresa son muy diversas y pueden realizarse en diferentes ámbitos, como hemos señalado anteriormente, y mediante diferentes canales (plataformas y aplicaciones especializadas, actividades de teambuiling, dinámicas de grupo…).
Como ejemplos de gamificación de éxito, Correos se ahorró en torno a un 70% del gasto que le hubiera costado una revisión de su web, aplicando la gamificación en su plantilla. Propuso un juego: los empleados debían localizar fallos y realizar propuestas de mejora de la página en un plazo de 13 días, entregando 700 regalos entre los mejores. La iniciativa reunió más de 50.000 propuestas. En cambio, en Domino’s Pizza, se empleó la gamificación para fidelizar clientes y mejorar las ventas mediante la creación de una app móvil, Pizza Hero, donde los usuarios podían crear su propia pizza. Y en España, BBVA potenció la digitalización de sus clientes a través de la aplicación Game BBVA.
No obstante, Virginia Gaitán, en su artículo Gamificación: el aprendizaje divertido, recoge algunas de las técnicas mecánicas más utilizadas:
Para materializar todos estas recompensas, las empresas tienen a su disposición Ticket Regalo, una tarjeta regalo cómoda, versátil, práctica y 100% personalizable que se adapta a las necesidades de la compañía en cada momento, permitiendo premiar la gamificación tanto como parte del plan de incentivos para los trabajadores, como en campañas de fidelización de clientes o de marketing empresarial.
