Las empresas saludables pueden definirse como aquellas en las que a cualquier trabajador le gustaría formar parte, ya que se preocupa por el bienestar y la salud de su equipo. Seguro que has escuchado hablar de empresas como Google, en la que parece que sus trabajadores se pasan el día jugando a videojuegos y divirtiéndose sin ningún tipo de presión. Aunque parezca que esto es una utopía, ¡es posible!
Para que una compañía se considere saludable debe tener como prioridad implantar medidas para que el clima laboral sea el idóneo, tanto física como psicológicamente. Hay empresas que ayudan a conciliar la vida laboral con la vida personal, que no usan el látigo para aumentar la productividad, porque cuando te gusta lo que haces y te rodeas de un equipo humano que entiende las necesidades de conciliar la vida laboral y profesional todo es más fácil.
No es una empresa saludable
¿Odias el momento en el que suena el despertador? ¿Estás deseando que llegue el viernes y los días festivos? ¿Sueñas con que te toque la lotería para dejar de trabajar? ¿Necesitas tomar 4 cafés para afrontar la jornada? Si has contestado que sí a una o más respuestas es que estás trabajando en una empresa poco saludable.
Uno de los mayores trastornos que se sufre en el entorno laboral es el estrés y la ansiedad, esto lo ocasionan jornadas maratonianas, decenas de reuniones y una carga de trabajo que es imposible abarcar. Como consecuencia, los trabajadores experimentan problemas para conciliar el sueño y un estado constante de inquietud que les perjudica tanto física como psicológicamente. Si tu empresa te quita el sueño sin duda no es saludable, ¡huye!
En este tipo de empresas hay más inconvenientes que ventajas y te vamos a mostrar algunos de los comportamientos tóxicos más evidentes:
- Es imposible conciliar la vida laboral y la familiar: has dejado a tu hija en la guardería, de repente, recibes una llamada, la cría está enferma y necesitas que la recojas. En una empresa saludable no tendrías ningún problema para ir a buscar a tu hija, son cosas que pasan y te necesita, es un imprevisto. En el caso de que estés en una empresa que no es saludable, tendrías muchos problemas para hacerte cargo de tu hija, como llamar a algún familiar e ingeniártelas para solucionar “el marrón”. Tus jefes carecen totalmente de empatía y solo te ponen trabas, como si fuera tu culpa.
- Pésima organización: te hacen perder el tiempo en reuniones que se podrían evitar con un simple correo electrónico, fallos en la distribución del trabajo que te duplican las tareas e incluso tener que rehacerlas.
- Calentar silla: son aquellas empresas que valoran más las horas que pasan sus trabajadores en su puesto de trabajo que la productividad. Algunas, por no decir muchas, empresas siguen pensando así. Están pendientes de la hora que entras y la que sales sin valorar tu desempeño. Permanecer más tiempo delante de la pantalla no es una garantía de que se esté haciendo un buen trabajo.
- Mala comunicación: hablar con tus superiores es una tarea titánica, están en el olimpo de los dioses y se niegan a hablar con el pueblo llano para conocer sus necesidades.
- Temor a coger una baja: vas a trabajar con fiebre y otro tipo de malestar, pero es que te da pánico que te despidan por cogerte una baja. Son ese tipo de empresas que piensan que sus trabajadores son unos vagos que fingen sus enfermedades.
Sí es una empresa saludable
En las empresas saludables no se respira miedo, no hay apenas absentismo porque te gusta lo que haces y dónde lo haces. Hay buen ambiente laboral, hay estructura horizontal donde los jefes no miran por encima del hombro y quieren el máximo bienestar para su equipo, desde el becario hasta los puestos directivos.
Estas son algunas de las señales de que estás en el lugar adecuado y tu empresa mola mucho.
- Horarios de entrada y de salida flexibles: algunas empresas te permiten entrar en una franja horaria y no en hora en punto, por lo que podrás respirar con tranquilidad si te pilla algún atasco
- Modelos híbridos: con este tipo de sistema puedes combinar el teletrabajo con la asistencia a la oficina, incluso puedes elegir los días que prefieres quedarte en casa, por lo que es más fácil combinar tus responsabilidades profesionales con tus tareas personales.
- Retribución flexible: con este tipo de beneficios puedes obtener Ticket Restaurant y olvidarte de prepar el tupper la noche antes, además puedes usarlo en una amplia red de restaurantes. Con Ticket Transporte te ahorras pasta en el bus, el metro o el tranvía y así te olvidas del coche. Si tienes bebés, Ticket Guardería es una gozada y también puedes aprovecharte para contratar un seguro de salud o seguir formándote.
Maria Abolafio
Responsable RSC en Edenred España
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