En el artículo de hoy “Escucha activa definición y utilidad práctica” no solo te vamos a recordar en qué consiste esta habilidad comunicativa básica, también te vamos a contar las ventajas que tiene para tu empresa, contar con un líder que sepa “escuchar de verdad”. ¿El objetivo? Mejorar el clima laboral de tu empresa y aumentar el nivel de felicidad y satisfacción de tu importante equipo humano. El tema es más importante de lo que parece, así que ¡adelante! Sigue leyendo…
Escucha activa: definición
La escucha activa es una habilidad comunicativa que consiste en procesar atentamente el mensaje enviado por nuestro interlocutor a través de sus palabras, sus miradas, sus gestos, sus silencios… En la escucha activa se escucha (valga la redundancia) tanto el lenguaje verbal del interlocutor, como el lenguaje no verbal: los gestos, las miradas, la postura de la espalda, del cuello o de las manos, los silencios, las pausas entre frases…
Para practicar la llamada escucha activa tiene mucho que ver con la empatía, ya sabes a lo que nos referimos: a esa capacidad de sentir como propios los problemas, las opiniones o los sentimientos subjetivos que se intercalan en la conversación casi siempre de forma no explícita y mediante el lenguaje no verbal.
La escucha activa es una habilidad innata a los seres humanos empáticos y sensibles, algo que a priori parece complicado si nos movemos en un entorno profesional complicado y competitivo. La buena noticia es que todos podemos aprender a escuchar activamente. Es más: cada día más empresas buscan líderes y directivos con una gran capacidad de escuchar activamente, actuar en consecuencia y, así, mejorar esa comunicación interna tan necesaria para el éxito empresarial.
Escucha activa: utilidades en el ámbito empresarial
Como te imaginarás, practicar la escucha activa es muy importante tanto en el ámbito personal como familiar. Pero si nos centramos en el ámbito profesional y empresarial, veremos que practicar la escucha activa es sumamente rentable para nuestra organización. Dos razones:
- Que un directivo practique la escucha activa con sus empleados refuerza el sentimiento de compromiso y fidelidad de estos hacia la empresa. Así, un empleado que se sienta escuchado difícilmente pensará en abandonar su puesto de trabajo en busca de otras oportunidades o bajará su rendimiento profesional de forma voluntaria, etc.
- La escucha activa influye positivamente en el clima laboral, en ese ambiente positivo que todos los profesionales necesitamos para ser más rentables y productivos.
¿Cómo podemos mejorar nuestra capacidad de escuchar activamente?
Como te decíamos antes, todos podemos aprender a mejorar nuestra capacidad de escuchar activamente aunque, claro, a las personas más empáticas les resultará más sencillo adoptar el hábito. Algunos consejos básicos:
- En la escucha activa la predisposición personal es clave. Así, antes de abordar una conversación “recuerda” que tu papel es escuchar de verdad a tu interlocutor sin juzgar, prejuzgar o dejar volar la imaginación en otros temas o problemas.
- Como apuntábamos en definición de escucha activa, la empatía es fundamental en este tema. Intentar “sentir” las mismas emociones que está intentando trasmitir tu interlocutor, sus miedos, sus críticas o sus observaciones es fundamental en este proceso comunicativo.
- En la escucha activa el lenguaje no verbal de tu interlocutor es importantísimo, pero también lo es el tuyo. Vigila tu postura corporal, la dirección de tu mirada, los gestos de asentimiento o negación que todos hacemos casi involuntariamente, etc.
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Maria Abolafio
Responsable de marca, comunicación y contenidos en Edenred España
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