Las políticas de RRHH son fundamentales a la hora de atraer y conservar el talento en una empresa, lo que repercutirá tanto en la calidad de sus trabajadores como en los beneficios generales de la compañía en cuestión. Debido a esto, es muy importante prestarles la atención que se merecen, y sobre todo adaptarlas a las necesidades concretas de cada empleado.
Las políticas de recursos humanos son el conjunto de estrategias diseñadas y llevadas a cabo por el departamento de recursos humanos destinadas a gestionar todo el ciclo de vida laboral de los empleados. Desde elementos como su selección hasta su fidelización y motivación en el entorno laboral.
De esta forma, se trata de un conjunto de estrategias muy variadas, puesto que, según el empleado y la circunstancia para la que estén pensadas, tomarán una forma u otra.
La principal importancia que tienen las políticas de RRHH radica en que son un elemento fundamental a la hora de atraer y retener el talento. Es decir, sirven para fidelizar al trabajador con la compañía y, en consecuencia, prevenir la rotación excesiva y contraproducente para los intereses empresariales.
Por otro lado, la aplicación de políticas de recursos humanos va más allá de la fidelización individual del trabajador.
En este sentido, es importante entender que son una herramienta básica a la hora de crear un buen clima de trabajo. Lo que también repercute de forma directa en la motivación laboral de los empleados y en su eficiencia en su puesto de trabajo.
De esta forma, las políticas de RRHH se presentan como una herramienta fundamental a la hora de mejorar la rentabilidad que los trabajadores aportan a la empresa. Por lo que, en consecuencia, también constituyen una herramienta fundamental a la hora de fijar y aumentar los beneficios de la compañía en su conjunto.
La implementación de este tipo de políticas es una tarea que corresponderá al departamento de recursos humanos. Antes de llevarlas a cabo conviene realizar un estudio previo de qué necesidades tienen los empleados, y qué elementos de la compañía requieren mayor atención desde diferentes puntos de vista.
De esta forma se contará con la información necesaria para adoptar las políticas más urgentes y, sobre todo, que mayor repercusión puedan tener en el conjunto de los trabajadores.
Esto implica que no existe una única batería de estrategias que se puedan implementar en forma de políticas de RRHH. Sino que estas deberán adaptarse de forma particular a cada circunstancia. No obstante, en la mayoría de los casos, las más comunes suelen enfocarse en alguna de las siguientes direcciones:
En este contexto, una de las estrategias disponibles dentro de las políticas de recursos humanos que permiten aumentar la remuneración de los empleados es la Retribución Flexible.
La Retribución Flexible es una opción que permite que parte del salario de los trabajadores se convierta en pago en especie, que pueden destinar a necesidades de su vida personal (algunos ejemplos pueden ser Ticket Transporte, Ticket Restaurant o Ticket Guardería, entre otros).
La Retribución Flexible tiene la característica de que la parte del salario del trabajador convertida en tickets está exenta de cargas fiscales. Así, a pesar de que el salario base del empleado no se aumenta, sí que lo hace su poder adquisitivo.
Esto se debe a que al usar tickets como forma de pago en lugar de parte de su salario habitual, el trabajador no pierde la parte del poder adquisitivo correspondiente a las cargas fiscales que serían propias a esa parte del salario recibida en forma de liquidez.
Además, gracias a la adaptabilidad que presenta la Retribución Flexible, es cada propio trabajador quien puede seleccionar qué parte de su salario quiere convertir en tickets y en qué tipo de tickets concretos desea emplearlo.
De esta manera, se mejoran las condiciones laborales de los trabajadores sin necesidad de tener que aumentar directamente su salario, lo que constituyen políticas de RRHH que beneficia tanto al propio trabajador como a la empresa.
