15 de septiembre de 2020

Liderazgo democrático: beneficios para tu empresa

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El estilo de liderazgo democrático es un enfoque participativo que conlleva compartir las responsabilidades en el entorno de equipo. Aunque se ve con mayor frecuencia en el lugar de trabajo, puede darse también en otros ámbitos. Por ejemplo, los entrenadores lo incorporan con sus equipos y los maestros que lo usan en el aula. El objetivo de utilizar este método es alentar a todos a tener un papel más participativo cuando hay que tomar decisiones.

El líder democrático

Cualquier organización, pública o privada, puede decidir que el estilo de liderazgo democrático sea una prioridad dentro de su equipo ejecutivo. Este proceso generalmente se enfoca en la igualdad grupal para alentar un flujo libre de ideas e información, pero el líder no está exento de su papel como mentor, proporcionando control y orientación durante todo el proceso.

Algunos grupos permiten que todos tengan voz en la toma de decisiones, mientras que en otros casos es el gerente determine quién puede estar en el grupo y quién tiene voz en él.

Ventajas del liderazgo democrático

El estilo de liderazgo democrático es uno de los métodos más efectivos que cualquier persona en un puesto ejecutivo puede usar. A menudo conduce a niveles más altos de productividad, más contribuciones del grupo y una moral más alta, porque todos sienten que tienen cierto nivel de propiedad sobre lo que se les pide que hagan cada día.

Entre las ventajas del estilo de liderazgo democrático destacan las siguientes:

1. Este estilo de liderazgo conecta a las personas con su trabajo. Cuando los empleados sienten que tienen una conexión con su equipo y su empleador, entonces están más inclinados a ser felices y productivos. Las mejoras son posibles mediante la creación de una mayor participación a través del proceso democrático. Los trabajadores que sienten más comprometidos presentan también un mejor desempeño.

2. Promueve el libre flujo de ideas. Los líderes democráticos se preocupan por involucrar a su equipo en el proceso de resolución de problemas. Quieren que sientan que hay un beneficio que ganar cuando contribuyen con su conocimiento y experiencia a un resultado. Este estilo brinda oportunidades para que el gerente busque opiniones de otros mientras alienta a cada persona a tomar una decisión informada y autorizada sobre lo que puede ser posible. Debido a que hay más información disponible cuando se usa esta estructura, las ideas y la información fluyen mejor y se vuelven más utilizables para cada persona.

3. Esta estructura fomenta la confianza y el respeto en todo el equipo. Los trabajadores deben estar en un ambiente donde se sientan cómodos compartiendo una idea con su supervisor. El estilo de liderazgo democrático le da a cada miembro del equipo la seguridad de que sus opiniones serán consideradas seriamente, incluso si la idea presentada no se convierte en parte de la solución. El trabajo sostenible de construcción de relaciones es la única forma de crear este ambiente interno. También es cierto que los líderes democráticos deben ir más allá de la productividad y el rendimiento para crear relaciones que tengan un significado personal y profesional. Es esta ventaja la que los distingue de los líderes autocráticos o transaccionales que están trabajando hoy en día. Un líder democrático quiere ver a la persona tener éxito además de al proyecto.

Los líderes democráticos ponen más énfasis en los valores y la moral. El sistema de creencias del líder democrático se convertirá en la base de lo que el equipo entero decida como su identidad. Las personas que trabajan en base a este enfoque deben estar convencidos de que cada persona en su equipo tiene el derecho fundamental de ser escuchado.

Estos gerentes deben facilitar las interacciones con todos, incluso aquellos que son reacios a unirse, porque lograrlo proporciona el bien mayor de todo el grupo. Se necesita una mente abierta y honesta para ser un líder democrático, pero el resultado merece la pena.

Este estilo de liderazgo funciona muy bien en la mayoría de organizaciones, aunque su impacto positivo puede aumentar si se combina con otro tipo de acciones, como pueden ser las políticas de retribución flexible.

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