30 de agosto de 2019

Mando intermedio: cómo gestionarlo correctamente

mando intermedio

Un mando intermedio es un puesto complejo por algunos aspectos. Se caracteriza por estar situado en mitad de la jerarquía dentro de una organización, lo que hace que tenga que lidiar tanto con los problemas propios de los empleados de la base, como con los problemas de los puestos con mayor responsabilidad dentro de la empresa. 

Qué es un mando intermedio

Un mando intermedio es un trabajador que tiene responsabilidades importantes en una empresa, pero que, al mismo tiempo, no constituye el rango de mayor responsabilidad dentro de esta. Es decir, se trata de personal que se encuentra en mitad de la jerarquía de mando. En muchos casos, un mando intermedio se caracteriza por tener bajo su responsabilidad la gestión de un equipo concreto, pero, al mismo tiempo, tiene que dar explicaciones de la gestión de este equipo a mandos superiores. 

Ventajas e inconvenientes de un mando intermedio

Los mandos intermedios son fundamentales en toda organización con un tamaño importante. Gracias a los mandos intermedios, existe una línea de comunicación que une las bases de la empresa con los equipos directivos y, debido a esto, los mandos intermedios tienen una función indispensable en las grandes empresas. Esto se manifiesta tanto de forma positiva como negativa. Es decir, tienen sus ventajas y sus inconvenientes. 

Entre las ventajas más importantes con las que cuentan los mandos intermedios cabe citar la perspectiva primordial dentro de la empresa. Debido precisamente a su posición intermedia entre las bases y los directivos de la empresa, los mandos intermedios cuentan con una perspectiva que permite ser consciente de la mayoría de situaciones y procesos que tienen lugar dentro de la propia empresa. Esto, a su vez, los capacita para dar respuestas rápidas y eficaces a la mayoría de problemas que puedan surgir, ya sean problemas que vengan desde arriba o desde abajo en la cadena de mando. 

Por otro lado, los mandos intermedios cuentan con la desventaja de que, al estar posicionados a medio camino entre la dirección y la base de la compañía, esto implica que sean uno de los perfiles que más cantidad de problemas y asuntos tengan que resolver en la empresa, ya que se ven afectados por ambas partes. Así mismo, debido a que son los responsables directos dentro de cada una de sus áreas, es fundamental que cuenten con un conocimiento completo y metódico de dicha área, puesto que los mandos superiores no están en contacto directo que los equipos de trabajo y los mandos intermedios sí. Por lo que se espera que sean estos los que puedan ofrecer las soluciones necesarias en cada situación que afecte al equipo. 

Cómo gestionar correctamente los mandos intermedios

Como es lógico, la gestión que tiene que hacer un mando intermedio es más complicada que la que pueden tener otros empleados de la compañía. En este sentido, existen diferentes estrategias que ayudan a que su labor sea lo más eficiente posible, lo que ayuda a que el conjunto del equipo a su cargo y la empresa en su conjunto funcionen correctamente. 

Algunos de los consejos más importantes que deben tener en cuenta los mandos intermedios son los siguientes:

  • Predicar con el ejemplo: Como es lógico, los mandos intermedios deberán dar ejemplo a su equipo, por lo que deberán ser los primeros en respetar los protocolos y la normativa empresarial en cada caso. 
  • No prometer más de lo que se puede dar: Uno de los problemas que tiene un mando intermedio es que deberá hacer de puente entre las bases y la dirección de la empresa. Debido a esto, debe ser realista y conocer qué se puede prometer y qué no, tanto a unos como a otros, lo que evitará futuros conflictos. 
  • Enfoque de desarrollo de grupo: Debido a su función de líder dentro del área que le corresponde, un mando intermedio debe fomentar la creación de equipo y el desarrollo del grupo en su conjunto. 
  • Fidelidad a unos valores: Es esencial que el mando intermedio se identifique con unos valores concretos, que deberán estar acordes tanto con la política de la empresa como con los que defiende dentro de su área de trabajo particular. 
  • Capacidad empática: Finamente, otro de los aspectos más importantes que debe desarrollar un mando intermedio es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, ya que será necesaria para que el desarrollo del equipo funcione correctamente y, al mismo tiempo, se pueda dar respuesta a los objetivos establecidos por la compañía. 
Edenred España

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