14 de noviembre de 2018

¿Qué es el capital corriente?

capital corriente

De forma teórica, podríamos decir que el capital corriente es el resultado de restar el activo y el pasivo corrientes. Parece una definición sencilla, pero tiene “más miga” de la que parece, ¿verdad? En el artículo de hoy aclaramos el concepto de capital corriente y, también, te explicamos para qué sirven estos cálculos en el día a día normal de tu empresa. ¿Empezamos?

¿A qué se denomina capital corriente?

En el argot financiero se denomina capital corriente a aquel capital cuya suma se calcula restando el activo corriente o circulante de una empresa y su pasivo activo o circulante. Vamos a aclarar qué es cada uno de estos términos:

Activo corriente o circulante

Explicado de forma muy coloquial podríamos decir que el activo corriente o circulante es el dinero contante y sonante del que dispone una empresa en un momento dado y a corto plazo.

Este activo corriente está formado tanto por capital económico puro y duro como por aquellos bienes que se pueden convertir en dinero líquido en un plazo inferior a 12 meses. Formarían parte del activo corriente de una empresa, por ejemplo, las facturas que todavía no han abonado sus clientes, el dinero depositado en las cuentas corrientes bancarias, las existencias de productos para venta que están en el almacén, etc.

Pasivo activo o circulante

El pasivo activo o circulante es el capital que la empresa adeuda a sus proveedores de productos y de servicios, a las arcas de la Administración Pública, a las entidades bancarias, a sus propios empleados en forma de costes de personal, etc.

Tanto el activo como el pasivo circulante de una empresa deben aparecer en su Balance de Situación, un documento que los administrativos de la empresa (o la asesoría externa contratada) elaboran siguiendo las pautas marcadas por el PGC o Plan General de Contabilidad, el texto legal que marca las normas que deben seguir en España todas las empresas a la hora de preparar y llevar al día su contabilidad. Pulsa aquí para acceder al documento oficial que recoge el PGC para pequeñas y medianas empresas publicado por el ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Empresas. Ministerio de Economía y Empresa del Gobierno de España).

¿Para qué sirve calcular el capital corriente de nuestra empresa?

El capital corriente también recibe otros nombres como, por ejemplo, fondo de rotación, fondo de maniobra o capital del trabajo (working capital en inglés). Recibe estos nombres precisamente por su funcionalidad: que la empresa pueda responder a corto plazo de las deudas que ha contraído por motivo de su actividad y, así, pueda cumplir con su ciclo productivo con total normalidad. Hablamos de un término que seguramente te sonará mucho: solvencia.  Si disponemos de un capital corriente saneado, nuestra empresa tendrá una buena solvencia y podrá asumir las diversas deudas y obligaciones que supone formar parte del ciclo productivo.

Otra utilidad interesante: conocer el capital corriente del que disponemos en cada momento es especialmente útil para poder hacer frente a los pagos de las deudas que ha adquirido nuestra empresa con sus proveedores de productos y de servicios. Desde este punto de vista, también podríamos decir que calcular el capital corriente es una medida de prevención que puede evitar que nuestra empresa se descapitalice y deje de poder pagar sus deudas, algo que, como te imaginarás, es sumamente arriesgado en cualquier sector laboral.

¿Conocías estos datos sobre el capital corriente? ¿Te ha quedado claro el concepto? Adelante, cuéntanos tus impresiones.

Edenred España

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