El mundo laboral cambia constantemente: aparecen nuevos empleos, nuevas leyes, diferentes formas de trabajo… Y puede que, con tantos términos, a veces nos encontremos perdidos. En el post de hoy os vamos a explicar qué es el job hopping, uno de estos nuevos anglicismos, y una práctica propia de la generación millennials. Sin embargo, contratar a un job hopper tiene muchas ventajas para tu empresa.
¿Qué es el job hopping?
Job hopping es un término que ha tomado más protagonismo en los últimos años, y se refiere a aquellos trabajadores que cambian de trabajo voluntariamente y con frecuencia. Al contratar a un job hopper, palabra que se usa para referirse a estos trabajadores, contratarás a una persona con la necesidad de enfrentar nuevos retos constantes. Y aunque son muchas las ventajas, este estilo de trabajo también cuenta con algún inconveniente.
Hace una semana preguntamos a nuestros seguidores a través de Linkedin si creían que el job hopping era el pan de cada día en el mercado laboral. Tras recoger varias respuestas, comprobamos que para un 65% el job hopping era una tendencia cada vez más a la alza y que había llegado para quedarse.
Las razones que llevan a ser un job hopper
¿Tener un trabajo estable y dejarlo? Puede parecer una locura, sin embargo, es más común de lo que parece. En el mundo digital, donde muchos jóvenes han encontrado un territorio en el que pueden liderar, es normal que estos perfiles busquen mejores oportunidades.
Los job hoppers están constantemente buscando nuevos retos profesionales, mejoras salariales y de las condiciones, en lo que a lo laboral se refiere. Además, buscan la libertad de no estar atados a ninguna empresa, y la facilidad de mejorar y compartir conocimientos al estar con diferentes personas.
Las ventajas de contratar a un job hopper
El proceso de contratación es más sencillo
Dado que el job hopper siempre está buscando emprender nuevas aventuras y proyectos, a la hora de contratar un job hopper será este quien muestre interés por el puesto de trabajo. Por lo tanto, la empresa no tendrá que estar detrás del candidato. Además, en el proceso de contratación, no será necesario hablar de objetivos a largo plazo.
Se adaptan a los cambios fácilmente
Al cambiar con frecuencia de empresa, pasan por muchos procesos de adaptación y eso lo hace más “todoterrenos”. No se resisten a los cambios, sino que los buscan. Además, están familiarizados con varias herramientas corporativas y tienen facilidad para organizar trabajo colectivo.
Cuentan con experiencia en muchos sectores
Pasar por diversas empresas les da la oportunidad de conseguir experiencia extra, por otro lado el paso de una empresa a otra se debe a querer conseguir diferentes conocimientos. Por lo que son trabajadores muy preparados para desarrollar cualquier trabajo dentro de su área.
Pueden aportar creatividad
Muchos proyectos necesitan una visión externa que aporte nuevas ideas y una visión más fresca. Por lo ello contratar un job hopper puede ayudar a la aportación de ideas, ya que son personas que han trabajado con diferentes equipos y por lo tanto han escuchado diversas opiniones.
Trabajan mejor en equipo
Cuando un trabajador va a pasar poco tiempo en la empresa, lo más común es que la posibilidad de que surjan conflictos se reduzca, ya que sus objetivos profesionales no chocan con los de otros trabajadores. Por lo tanto, contratar un job hopper es sinónimo de conseguir un excelente ambiente laboral.
Los inconvenientes de contratar a un job hopper
Se implican menos en la empresa
Contratar nuevo personal siempre trae una inversión para la empresa, unas semanas de entrenamiento en el que el trabajador aprenderá diferentes aspectos de su puesto en la empresa. Sin embargo, contratar un job hopper puede ser contraproducente ya que nunca sabes si ese dinero que la empresa invierte en su contratación será compensado antes de que el trabajador decida dejar la empresa.
No están especializados
Durante la carrera laboral dentro de una empresa, poco a poco el trabajador va mejorando su posición y conocimientos dentro de esa empresa, por lo que adquieren puestos de mayor responsabilidad. Pero al contratar un job hopper no puedes darle un puesto que requiere una enorme responsabilidad, ya que al cambiar con frecuencia de trabajo no siempre es posible atribuirle un puesto con visión de futuro.
Como ves, ¡corren otros tiempos! Y, aunque el job hopping no sea la mejor manera de crecer en una empresa, este modelo de trabajo ha llegado para quedarse. Al menos, ahora que ya conoces las ventajas e inconvenientes de contar con un perfil así como candidato para tu empresa, podrás tomar la decisión adecuada. ¿Qué opinas? ¿Darás una oportunidad a algún job hopper o por el contrario evitarás contratar este tipo de perfiles? Permanece atento a los próximos posts de nuestro blog y no olvides darnos tu opinión sobre este tema a través de redes sociales.
Maria Abolafio
Responsable RSC en Edenred España
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